Encontramos con frecuencia, en nuestra práctica profesional, una situación que para nosotros es bastante, digamos, anómala. Nos referimos a usar un PC «de escritorio» para realizar las funciones de un servidor. Quizá el lector no comprenda bien cuál es la diferencia entre ambos tipos de máquinas. Vamos a intentar sintentizarlo antes de seguir con el objeto del post.
Servidor vs PC
Si nos preguntan qué es un PC, prácticamente todos sabremos explicar qué es o al menos comprender a qué nos referimos. Muchos diríamos que es un «ordenador» con el que trabajamos, jugamos, navegamos, etc.. Y así es. Un PC es un ordenador con el que trabaja de forma directa el usuario final, normalmente con un dispositivo de visualización (el monitor) y unos periféricos de entrada y/o salida (teclado, ratón, impresora, etc..).
En cambio, si preguntamos qué es un servidor, la mayoría de la gente no sabría responder. Más si pones un PC junto a un servidor pues, en muchas ocasiones, tienen el mismo formato (la típica caja). Lo cierto es que los componentes de un servidor son muy similares y en esencia los mismos que los de un PC, pero están pensados y diseñados con propósito diferente. Un servidor está diseñado para trabajar de forma continuada, normalmente sin ser apagado, en condiciones más o menos duras y en unas tareas muy específicas que son las de «servir» datos y/o aplicaciones a otros ordenadores y usuarios a través de la red de la empresa (o Internet). Gracias a un servidor, o varios, es que usted está leyendo estas líneas (probablemente servida desde un servidor de algún CPD como el de la foto).
Servidores instalados en un CPD
Internamente, el servidor es una máquina mucho más robusta que un PC, pensado para ser tolerante a ciertos errores de memoria, de disco, de red, etc… Además, proporcionan una serie de elementos que un PC rara vez incluye como sensores de errores de los distintos elementos, procesadores especializados para diferentes tareas, tarjetas RAID dedicadas (muchos PC permiten usar RAID, pero de forma emulada), etc.. Además, un servidor utiliza un sistema operativo especializado (como Windows Server, Linux, Unix..) que hace uso de todas estas diferencias y proporciona las herramientas necesarias para «servir» datos y aplicaciones a los usuarios de la red de una forma segura y eficiente.
¿Qué debo usar?
Cuando necesitamos las funciones de un servidor en la empresa, siempre, un servidor es la respuesta. La mayoría de los PCs podrían hacer esas funciones si el sistema operativo es compatible con ellos, pero debemos desterrar esta práctica. Por todos los elementos que hemos comentado antes, un PC es más barato que un servidor a igualdad de «potencia» y por ello muchos usuarios, mal asesorados, eligen esta alternativa. Sin embargo, cuando un día falla la tarjeta de red del PC (los servidores, siempre, montan al menos dos y hoy en día es normal en la gama media ver 4 bocas), un disco duro (un servidor se suele montar con redundancia de discos por si alguno falla), o cualquier otro elemento, la empresa deja de funcionar y es cuando nos damos cuenta de que el ahorro inicial es ahora un coste inasumible. Ante semejante escenario, el cliente muchas veces opta por reparar el PC y algunos finalmente son bien aconsejados y lo sustituyen por un servidor. Cualquiera de las dos opciones supone un gasto extra que al final supera a una inversión inicial de calidad.
Hemos visto este escenario en demasiadas ocasiones y siempre insistimos al cliente en lo mismo «un PC puede hacer las funciones de un servidor, pero no están diseñados para esto». Además, hay una amplia gamas de servidores (baja, media, alta) que cubre nuestras necesidades con diferentes precios.
En Idiria siempre recomendamos primeras marcas a la hora de adquirir un servidor. Éstas trabajan con los fabricantes de software para garantizar que todos los elementos funcionarán correctamente y al unísono. Son máquinas certificadas y garantizadas.
Si tenéis cualquier duda al respecto de este post o sobre los detalles internos de un servidor, en Idiria somos expertos con muchos años de trabajo en CPDs, centros de supercomputación, diseño de instalaciones y su mantenimiento. Os asesoramos con garantía de calidad. Pueden enviarnos sus consultas, de forma gratuita, aquí.
